Los marshalls y los voluntarios de la FVCV fueron el motor de la organización en el Puerto de Alicante
6 marshalls y casi 100 voluntarios de la FVCV fueron piezas clave en la organización de la salida de la Vuelta al Mundo de Vela en el Puerto de Alicante. Sus funciones principales fueron proteger el campo de regatas y organizar todo lo que sucedía en el perímetro acotado para embarcaciones y regatistas.
El responsable de los marshalls y los voluntarios, José Silvestre, nos explica cuál fue y cómo se desarrolló el trabajo de todos ellos: “por lo que se refiere a los marshalls, éramos 5 + 1. Uno, el que organiza, y cinco los que estaban en diferentes cuadrantes en el campo de regatas. Todos igual de imprescindibles, ya que nuestro cometido era proteger el campo para que los barcos que competían no tuvieran incidentes externos. Nos distribuíamos formando un cordón y evitando que el público y otras embarcaciones se introdujeran en el mismo”.
Fue una labor compleja pero muy bien planificada, “como el campo era muy grande lo dividimos y cada marshall se encargaba de una zona, con el apoyo de unas neumáticas gobernadas por los voluntarios. En esta edición nos encargábamos de dos regatas a la vez: catamaranes y Volvo. Yo me ocupaba de la organización de todo lo que sucedía en el perímetro, para que la prueba se desarrollara lo mejor posible para los competidores, con la cooperación de Salvamento Marítimo, Guardia Civil, Protección Civil, Policía Local, Médicos y Cecor, que nos proporcionaron un gran apoyo”.
Tal y como afirma Silvestre, “fueron 7 días en el mar muy largos e intensos para los voluntarios, ya que a las 9 de la mañana estaban ya en el centro de voluntarios, donde teníamos los briefing. Participaron casi 100, y su función era controlar una zona determinada, que patrullaban constantemente desde una hora antes de empezar el evento hasta que el último barco cruzaba la línea de meta”.
Respecto a la satisfacción por la implicación y rendimiento de los voluntarios, Silvestre es contundente: “Un SÍ gigante. Se han portado espectacularmente, tanto en el agua como en tierra. Colaboraron en lo que se les había encomendado y en otras actividades de tierra, para las que se nos pidió ayuda. Se la solicitamos a ellos y respondieron muy bien. Tuve un equipo excepcional y les agradezco a todos su aportación al éxito obtenido”.
Formar parte del dispositivo para la salida de la Vuelta al Mundo de Vela ha supuesto “una superación, ya que cada día era diferente, por las circunstancias de vientos, público, etc. Algo que sin duda al terminar da un grado de satisfacción y de vacío a la vez, por la intensidad que nos ha llevado en los días de trabajo y que de repente se termina en seco. Pero uno se siente realizado después de ver que el esfuerzo vale la pena. Si la Fede me vuelve a necesitar en futuras ediciones, sin dudarlo, ahí estaré”.